sábado, 12 de enero de 2008

NOCIONES MUY BASICAS DE SEGUROS

Algunos lleváis mucho tiempo pidiéndomelo. Y a otrAs os remitiré aquí en lugar de daros explicaciones verbales que se puede llevar el viento cuando vuestra cabeza está en las nubes en lugar de donde debería estar… pero como esto no tiene remedio... allá va:

INTRODUCCIÓN

Cuando estudiaba en la escuela francesa, una de las asignaturas que tenía en sexto de EGB era “educación cívica”, donde nos intentaban reflexionar a cerca de todos los temas que, sin esa introducción, hubiésemos pensado que eran únicamente de adultos. No hace falta que explique aquí las razones por las que el mundo de los seguros ya me interesaba, y aquel día que el profesor habló escuetamente de ellos, probablemente fui la única alumna que le prestó atención, y que se fue a casa sin dejar de pensar en la clase, a pedir más información.

Años después, en la facultad, en Derecho Mercantil, también debí ser la única que se leyó la parte de seguros en el manual de derecho mercantil escrito por Rodrigo Uría, después de que el profesor pronunciara la mágica frase de “esto no entra”…

Pues bien, enlazando lo uno y lo otro, muy brevemente y saltándonos la parte del sistema Romano, la edad media y aterrizando directamente en el S. XIV, aparece en las relaciones mercantiles de los navíos el riesgo de la pérdida de la mercancía durante su transporte en el buque. El primer seguro que se conoce es de 1347, suscrito en Génova en un transporte de barco. De hecho la palabra póliza viene de “polizza” que significa “promesa”.

La idea es, no obstante magnífica, (y no concibo como un mundo que me resulta tan apasionante por el enorme abanico de situaciones que abarca pueda ser tratado y despreciado por la masa, desprecio generado curiosamente por las propias aseguradoras que desprestigian la profesionalidad en arras de una continua lucha en los precios ofreciendo todo lo que no debería comprender la figura de un seguro… pero ni quiero ni pienso que sea apropiado ahondar aquí en ese tema…)

La idea básica: si tengo una casa con un valor de 300.000 euros, y soy lo suficientemente previsor, tendré en el banco otros 300.000 euros para el caso en que pierda esa casa por algún accidente. Si no soy previsor no los tendría, está claro. Pero es todo mucho más sencillo pensando las cosas y PREVINIENDO. Ya no solo en el campo del seguro, sino en la vida en general. Trabajar en este sector ayuda a desarrollar una forma de pensar a largo plazo tan útil que enriquece a todo el que te rodea… El tema es que en lugar de bloquear esos 300.000 por si acaso, pago 300 euros anualmente para cubrir aquel eventual riesgo.

Como en todas las organizaciones mutualistas, (pensiones, seguridad social etc.) el dinero de muchos hace que se aprovechen algunos pocos, y el problema que esto genera es que, como no, los más listillos sean los que chupen del bote… pero eso no tiene remedio con una educación y una cultura como es la nuestra cuando se trata de aprovechar la situación…

Pasando por encima eso y recalcando que en los seguros cada vez se comparten más los datos para que con el DNI del tomador se pueda detectar aquel que ha cometido algún fraude, o aquel que no para de tener siniestros ( o bien a aquel que tiene una trayectoria en su forma de conducir intachable), el sistema, una vez dentro, te absorbe.

Y así en este mundo te encuentras todo tipo de problemas, de cuestiones y situaciones de la vida real que te abren los ojos de una manera que a veces ni los casos que tengo en el Juzgado me plantean soluciones tan interesantes… eso también os lo contaré en otros apartados, si tengo la ocasión, pero basta verlo en la oficina, en los distintos personajes que desfilan aquí día tras día, con sus consultas, tan distintas unas de otras. Esa visión general te arropa, y te enriquece dándote esa perspectiva previsora de la que no únicamente te beneficias tú, sino también todo aquel que te rodea.

Como no quiero explayarme más en esta introducción que pretendía ser unas pequeñas líneas, paso a lo que realmente me interesa transmitir, una muy sencilla pero básica idea de lo que son los seguros:


DISTINTOS TIPOS DE SEGUROS

Seguros de vida: crean en su estado puro, la protección ante el riesgo del fallecimiento, a favor de un hijo, un esposo, una entidad financiera cuando hay un préstamo, para proteger a un amante, etc.

Seguros de salud: para proteger el riesgo de la enfermedad. Aquí como explicaba anteriormente, una familia previsora siempre tendrá un colchón económico intocable para asumir gastos médicos en caso de alguna enfermedad imprevista. Los seguros médicos permiten que este colchón sea más pequeño, aunque nunca conviene erradicarlo del todo, por lo que es obvio.

Seguros diversos: los llaman a los seguros que no son de autos. Son los seguros de hogar, comercio, embarcaciones, RC etc.

Seguros de automóviles: Nuestra legislación OBLIGA a tener asegurado todo vehículo a motor. Por ello es este tipo de seguro el que desprestigia el sector y a todos aquellos que lo promueven. Precios por los suelos y más competitividad. Se está dando a la masa una idea completamente distinta de cómo pienso que se debería concebir el estar asegurado, como pasaré a explicar más adelante.

En los seguros de automóviles, porque son obligatorios, y todo el mundo debería contratar, el conocimiento y la opinión de todos. Seguro básico, robo más incendio, todo riesgo y todo riesgo con franquicia, con muchas más variantes, pero a modo de simple esquema organizador.

El problema que siempre me plantean es el de la contratación de todo riesgo con o sin franquicia.

Empiezo por decir que la franquicia es una pequeña cantidad que asume el tomador de la póliza para abaratar el coste de la prima. Es una cantidad que, aunque el riesgo esté asegurado a “todo riesgo”, deberá asumir el tomador en caso de siniestro. Que yo aconseje siempre el seguro a todo riesgo con franquicia tiene mucho que ver con mi concepción de los seguros, y para lo que realmente sirven o deberían servir, a pesar de que las compañías, tirándose piedras en sus propios tejados dentro de una guerra que solo les va a dañar a ellas, a todas ellas, se niegan a cambiar.

Cuando una persona que tiene un vehículo nuevo contrata una póliza de todo riesgo con franquicia, en caso de siniestro culpable (que es cuando entra en juego la póliza de todo riesgo) deberá sumir de su propio bolsillo el importe de la franquicia y la Cía. de seguros pagará el resto. Esto es así porque el riesgo no son los 250, 300 o 650 que cueste pagar la franquicia. El riesgo REAL es la pérdida del coche. Eso es lo que se debe asegurar. La pérdida de un porcentaje tal del vehículo, que realmente cause un daño al tomador. 300, o 400 euros, por mucho dinero que sea, no toca el patrimonio…

En el todo riesgo con franquicia, la Compañía asume los daños desde el primer céntimo, y de ahí que sea la prima que es.

En los seguros hogar, aunque deba repetir que cada Cía. tiene sus variantes, la cobertura suele ser de todo riesgo. “Multirriesgo del hogar” es decir que se cubre el robo, incendio, daños de agua, RC, etc.etc. y entonces empiezan: cristales, vitro cerámica, perdida de llaves…

Diferenciando del párrafo anterior dos ideas, la primera es que el seguro de hogar se podría equiparar al todo riesgo del coche. No solamente cubre la Responsabilidad Civil (RC) o daños a terceros que es lo que cubre el seguro básico, sino que los daños que la propia vivienda se haga a ella misma (daños de agua de una habitación a otra por ejemplo), también están cubiertos.

La segunda idea la enlazo con mi crítica de lo que está ocurriendo en la actualidad en este sector, y es que hemos pasado de querer cubrir un riesgo, un RIESGO REAL que considero que es que desaparezca mi casa y por lo tanto mi patrimonio, a quererlo cubrir todo. Que si ahora cubro mármol de la cocina, etc. etc., que no supone ninguna pérdida económica relevante para el asegurado, y que sin embargo son los siniestros más numerosos que se declaran… No oiga, a mi lo que realmente me aterroriza es que se me queme la casa y me quede sin ella… ni siquiera me da tanto miedo que me roben como que me desaparezca todo, absolutamente todo. Y eso es lo que debería dar a entender este sector. La importancia que tiene que la cobertura sea la correcta para que a la hora de tener que indemnizar no nos encontremos con las sorpresas de siempre, que con tal de no pagar tanto seguro he asegurado mal mi casa y en caso de incendio con lo que me dan no tengo ni para la estructura. Ahora, la mesita de cristal del salón me la hubiesen cubierto que te cagas…

Si se reunificaran criterios y tooodas las Cías pusieran sobre la mesa este planteamientos. seguramente los seguros serían mucho más baratos, y las ganancias de las Cías mucho mayores. Aunque dejaran de ganar muchos de los sectores que rodean todo este mundo dentro de un engranaje tan amplio que hace que demasiada gente participe para que la máquina ruede con un mínimo de agilidad.

Todo esto simplificándolo hasta un extremo tal que no permite prácticamente ahondar en la materia, solo dar unas nociones muy generales sobre algo que me apasiona y que, a base del día a día, conozco al detalle. Por lo que a raíz de esto viene un desarrollo mucho más preciso de todo cuanto se puede relacionar con este mundo y el brevísimo pero tan aplicable artículo 1902 del CC… en el mundo de la responsabilidad civil, a la que prometo dar algún día un apartado propio, tan completo como consiga plasmar aquí mis ideas…

Claro que todo esto son conclusiones mías tras los 7 años que llevo de experiencia trabajando en ello, y los 27 que llevo de espectadora, me han hecho llegar a ellas, Compañeros del sector pueden discrepar a cerca de algún detalle, darme alguna idea nueva o hacerme alguna reflexión sobre la que, será un placer, reflexionar.

Un abrazo.










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